En medio de la oscuridad que envuelve al Girona en este tramo de temporada, Yáser Asprilla dejó un pequeño destello de luz. El colombiano, joven aún pero con un talento indiscutible, firmó una segunda parte ante el Alavés que lo reivindicó como una de las pocas armas desequilibrantes de este equipo, a pesar de todas las dudas que ha dejado durante el curso.
Su arranque fue dubitativo, con errores y momentos de desconexión, pero supo recomponerse y terminar siendo el más destacado sobre el césped de Montilivi. La primera mitad del cafetero fue un reflejo del Girona: impreciso, sin ritmo y con más dudas que certezas.
Míchel no dejó pasar esos minutos de desconcierto y le corrigió en varias ocasiones desde la banda, pidiéndole más claridad en las decisiones y mejor colocación táctica. El futbolista parecía algo desorientado, sin encontrar su sitio ni en la banda ni entre líneas, y su influencia en el juego era casi nula. Sin embargo, tras el descanso, todo cambió -aunque de nada sirviera en el resultado final-.
Con un aire renovado y mayor libertad, Asprilla se activó y mostró probablemente la mejor versión desde que llegó: regateador, vertical, atrevido. El extremo comenzó a aparecer con frecuencia por la banda derecha, recortando hacia dentro con facilidad y atreviéndose a encarar cada vez que tuvo oportunidad.
Fue el jugador que más lo intentó, el que más desbordó y el que más peligro generó. Su atrevimiento contrastó con la poca determinación del equipo, y por momentos pareció dar la sensación de que solo de sus botas podía aparecer la posibilidad de dar la vuelta al marcador.
Lee también
No marcó ni asistió, pero dejó la sensación de que, si el Girona quiere reencontrarse con el gol y las victorias, necesita explotar su talento. Tiene desborde, visión y descaro. Ahora sólo necesita personalidad para asumir responsabilidades en momentos de dificultad.
El colombiano recordó al jugador por el que el club apostó con fuerza y Montilivi espera que no haya dicho su última palabra por su irregular temporada. Con continuidad y confianza, el Girona confían en que pueda ser clave en el tramo decisivo de la temporada.